Damas y caballeros, prepárense para una oleada de anuncios a pantalla completa. Resulta que el tamaño sí importa, al menos cuando se trata de publicidad en Internet, porque cuanto más grande sea el anuncio, más nos enteramos de qué nos están vendiendo.
La Online Publishers Association ha encargado un estudio para comprobar si la reacción de los internautas ante los anuncios varía en función de las dimensiones de éstos.
Para eso, colocaron a los sujetos de estudio frente a una pantalla con The New York Times, y les fueron poniendo piezas publicitarias de gran tamaño. Su conclusión es que estos anuncios tienen «poder de detención» para atrapar la atención de la gente, así que son estupendos.
No sólo el 96 por ciento miraron los anuncios gigantes cuando aparecieron (lo que parece bastante difícil de evitar), sino que el 67 por ciento los miraron en los primeros 10 segundos de su paso por la página, y luego volvieron a mirar. Además, los que pasaron más de 10 segundos en la web y luego miraron el anuncio «generaron una respuesta emocional más fuerte«. Que quizá podría ser irritación ante la enorme foto de un coche que les tapaba el artículo, pero ése es otro tema.
Lo que no hace la investigación (que consideró variables como el ritmo cardíaco y de respiración, sudor o movimiento de los sujetos) es comparar la eficiencia de esas piezas con otras más pequeñas y menos intrusivas, o comprobar si después de detenerse en un anuncio de zapatillas que le tapa media pantalla, el internauta fue y se compró las zapatillas de marras.