Sin embargo, tras a penas diez días desde su presentación en sociedad parece que no ha podido invertir dicha tendencia, contando las nuevas versiones de los demás navegadores con mayor éxito.
Marzo de 2011 pasará a la historia inmediata de los navegadores web con letras mayúsculas, puesto que en este mes se han presentado dos nuevas versiones mayores de sendos browsers que se actualizan con lentitud respecto a otros contendientes (Internet Explorer 9 de Microsoft y el Firefox 4 de Mozilla, ambos precedidos por un largo periodo de previews públicas) además de la décima versión de Google Chrome, cuyo ritmo de actualización es de los más vertiginosos que se pueden dar a día de hoy.
Microsoft esperaba mucho de su “retoño”, del cual afirmó que se había erigido en la versión previa más descargada y esperada de la saga Internet Explorer. Lo principal, enderezar una situación en la que el porcentaje de uso que los usuarios hacen de este browser desciende una media de medio punto porcentual por mes.
Sin duda, la tipología del usuario juega mucho en esto: Internet Explorer es mayoritariamente utilizado por usuarios finales sin mucha experiencia que a veces desconocen la existencia de otras alternativas, mientras que quienes montan en su computadora otros browsers acostumbran a tener mayores conocimientos en este campo.
En cualquier caso, y si no se remonta la situación para Microsoft en los próximos dos meses, podrá considerarse que IE 9 habrá sido un fracaso comercial en toda regla (otra cosa es lo que pueda ser a nivel técnico y de prestaciones), y que la compañía de Redmond continua a la baja en un mercado que a un par de años vista podría ser liderado por Google con su Chrome.
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