Las ventas del nuevo Galaxy S6 de Samsung Electronics superarán con creces a las de sus antecesores, según predijo el gigante tecnológico surcoreano en la víspera del lanzamiento mundial de su nuevo “smartphone” insignia, que ha empezado a comercializarse hoy.
La firma espera que las ventas del S6 en 2015 “sean muy superiores en comparación con las del Galaxy S5 del año pasado y el modelo anterior (S4)”, afirmó Shin Jong-Kyun, director de la división de telefonía móvil de Samsung Electronics en un evento celebrado en Seúl para anticipar la salida al mercado del nuevo dispositivo.
El directivo de Samsung no quiso ofrecer una cifra estimada del número de “smartphones” que proyectan comercializar en todo el mundo, en línea con la política de la empresa de no revelar este tipo de datos sobre ventas de sus dispositivos.
Hasta ahora el Galaxy S4 -lanzado en 2013- ha sido el teléfono más vendido de la firma surcoreana con unos 70 millones de unidades según estimaciones, mientras el Galaxy S5 comercializado desde el año pasado ha recibido una tibia acogida del público, aunque se desconoce el número de terminales vendidos.
El Galaxy S6, así como su versión Edge que busca ganarse a los consumidores con un innovador diseño de pantalla sin bordes, han salido a la venta en 20 países como Corea del Sur, España, Estados Unidos, Reino Unido o Alemania, y en los siguientes días se expandirán a otras regiones.
Entre sus nuevas prestaciones destacan la recarga inalámbrica de batería o el sistema de pagos móviles Samsung Pay, así como una mayor rapidez y una cámara más avanzada, además de revestimiento de aluminio y cristal que según muchos críticos lo asemejan al iPhone de Apple.
El directivo de Samsung también aseguró que la oferta del Galaxy S6 Edge en el mercado será limitada al principio debido a la complicada tecnología que requiere su diseño.
Muchos expertos creen que el futuro a medio plazo de Samsung depende en gran parte del éxito o fracaso del Galaxy S6, ya que la compañía busca recuperar la cuota de mercado perdida en el último año a favor de Apple y los fabricantes chinos.
Fuente: Ticbeat