A la hora de crear nuestro CV es muy importante que sea atractivo y fácil de leer para los reclutadores; para conseguir este objetivo usar una plantilla curriculum vitae nos puede ayudar.
Pero no hay que olvidar el contenido, especialmente dos aspectos muy importantes a la hora de crear un buen CV internacional: los resultados académicos y las certificaciones lingüisticas.
Certificaciones lingüisticas
Muchas personas colocan sus habilidades lingüísticas y su nivel de competencia dentro de la sección de habilidades del currículum, y al hacerlo así las convierten en invisibles. ¿Qué sentido tiene ocultar lo que puede ser una de nuestras grandes ventajas competitivas, cuando hemos invertido horas y (quizá) mucho dinero para aprender el idioma?
Es importante que, si es uno de nuestros factores de diferenciación, le demos a nuestras habilidades lingüísticas su propia sección. Es importante agregar la sección de habilidades lingüísticas después de las secciones principales del currículum (título, experiencia, habilidades y educación).
Conviene indicar los idiomas que conocemos con su nivel de competencia utilizando un marco de idiomas (como por ejemplo el El Marco Común Europeo de Referencia), comenzando en la parte superior con el idioma en el que sea más competente y siempre indicando cualquier certificación que tengamos.
Si no disponemos de certificaciones oficiales podemos indicar nuestro nivel; para escapar del ‘nivel medio’ que tantos candidatos indican podemos utilizar algún sinónimo:
- Nivel Avanzado: nativo, fluido, competente, avanzado, lengua materna, intermedio superior.
- Nivel medio: intermedio, conversacional, competente, profesional.
- Nivel principiante: básico, principiante, básico, pre-intermedio, competencia laboral limitada.
Resultados académicos
Especialmente importante a la hora de crear una currículum si no disponemos de mucha experiencia profesional, el apartado de resultados académicos puede ayudarnos a superar la barrera de conseguir nuestro primer empleo. En el currículum de un recién graduado o de una profesional junior podemos demostrar nuestras habilidades y destrezas incluyendo, además de nuestros resultados académicos, aquellas actividades de trabajo voluntario y otras actividades extracurriculares en las que hayamos tomado parte.
Si no disponemos de experiencia, conviene centrarse en nuestra educación. Enfaticemos nuestro historial académico. Junto con el nombre del centro de estudios y el título que hayamos conseguido, debemos incluir cualquier logro (como premios académicos o menciones que hayamos conseguido).
Si hemos realizado cursos, seminarios o másters relacionados con el trabajo que estamos solicitando, debemos incluirlos también. Y no sólo la experiencia puramente profesional nos puede ayudar; debemos incluir cualquier experiencia relevante.
Pensemos en las habilidades y experiencias requeridas para el trabajo que queremos conseguir. Incluyamos cualquier experiencia (incluyendo prácticas no laborables) donde hayamos desarrollado estas cualidades. Incluso si nuestras experiencias laborales no están directamente relacionadas, pensemos en formas de resaltar aquellos aspectos que sean relevantes para el trabajo que buscamos. Por ejemplo, podemos incluir un trabajo de verano como cajero si destacamos como nos ayudó a desarrollar el servicio al cliente o las habilidades de liderazgo.
También las actividades extracurriculares pueden ayudarnos. Si tenemos una experiencia laboral limitada, hagamos hincapié en las actividades no laborales. Estos pueden incluir clubes, deportes, cuidado de niños, trabajo voluntario o servicio comunitario. Todas estas actividades pueden mostrar nuestras habilidades y destrezas, ejercitadas en el Mundo Real.
Y, por supuesto, debemos incluir nuestra experiencia de liderazgo. ¿Has ocupado un puesto en un club o ha sido capitán de un equipo deportivo? ¿Has tenido alguna responsabilidad de liderazgo? Asegúrate de enumerar estas experiencias, ya que muestran nuestra capacidad para liderar un equipo.
Conviene expresar nuestra experiencia usando verbos de acción. Palabras como «dirigido», «investigado» o «creado» nos permitirán retratar nuestras experiencias de una manera enérgica y mostrando que fuimos participantes activos.
Siempre que sea posible, conviene cuantificar nuestros logros incluyendo números. Por ejemplo, podría decir que trabajamos en la caja registradora en una tienda que administraba 10,000€ diariamente, o que ayudó a 50 – 100 clientes diariamente en su trabajo de verano.
En nuestro curriculum vitae es esencial mostrar las habilidades que nos cualifican para el trabajo. Hay que intentar siempre destacar aquellas habilidades que se relacionan específicamente con el trabajo para el que se postula, aunque no sean estrictamente profesionales; algunas de estasa habilidades son muy demandadas por los empleadores que contratan a recién graduados y candidatos con poca experiencia.