Apple abrió la semana pasada el debate sobre educación y nuevas tecnologías con la presentación de iBook 2, aplicación que encabeza un plan para el impulso de los libros de texto en formato digital con el iPad como eje central. Es obvio que cuando esta compañía se mete en un nuevo negocio, lo hace con argumentos suficientes como para alcanzar el liderato, pero no debemos olvidar que había ya otros proyectos previos que merece la pena mencionar.
Quizás en nuestro país esto de los libros de texto digitales nos suene aún demasiado futurista, y desde luego nuestra educación tiene muchas carencias que solventar antes de meterse en estos terrenos, pero podéis dar por hecho que de aquí a unos años los pesados volúmenes que nosotros teníamos que cargar en la mochila serán un mero recuerdo.
Muchísimas son las ventajas que esta clase de servicios pueden ofrecer a educadores y alumnos, siempre y cuando la tecnología se aproveche como un medio para obtener mejores resultados, y no como un simple fin sin más que aportar. Aquí os presento tres soluciones que pretenden apostar por ese modelo.
Kno, un catálogo gigantesco
Kno muestra como principal carta de presentación su impresionante colección de más de cien mil libros de texto digitales, que se pueden disfrutar con cualquier ordenador desde su web o en iPad gracias a su aplicación gratuita. La herramienta permite crear y compartir anotaciones, acceder a enlaces “inteligentes” (mapas, vídeos, etc.), importar contenido en PDF desde Dropbox y más opciones. El servicio ofrece un periodo de prueba gratuito de quince días, tras el cual nos tocará pagar los precios correspondientes por los libros, que no son precisamente baratos.
Inkling, aprovechando el iPad al máximo
La primera limitación que Inkling presenta con respecto a Kno es que no cuenta con versión web para acceder a los libros, solo disponibles en su aplicación gratuita para iPad. Eso sí, la herramienta es realmente potente, incluyendo multitud de opciones adicionales para llevar estos documentos a un nuevo terreno de posibilidades. Especialmente interesante es su opción de adquirir capítulos sueltos, por si no necesitamos el costoso libro completo.
Chegg, el alquiler como posibilidad
Las dos soluciones anteriores han nacido directamente para competir en este nuevo paradigma digital, pero Chegg surgió hace algún tiempo como un servicio para ofrecer alquiler de libros de texto por cursos. Viendo que los tiempos están cambiando, la compañía ha decidido abrir su campo de actuación presentando un lector de etextbooks en HTML5, que se puede disfrutar en cualquier navegador pero está particularmente optimizado para iPad. Con él accederemos a un catálogo donde podemos optar por alquilar los libros si no queremos realizar el alto desembolso que supone su compra.