Actualmente la nueva situación en el mundo, se organiza en torno al Océano Pacífico.
La sociedad de la Información, las Nuevas Tecnologías, la crisis de la vieja Europa, y la globalización hacen que el mapamundi haya cambiado de forma sustancial.
La segunda mitad del siglo XV, supuso un cambio radical en la Historia.
La caída de Constantinopla, la invención de la imprenta, el descubrimiento de América, y otros factores, hacen nacer la Edad Moderna.
Cambió la sociedad y cambió el mundo. Aquellos mapas medievales, que representaban la tierra conocida en torno al Mediterráneo, quedan superados por el Mapamundi de Juan de la Cosa, que sitúa en su centro el Océano Atlántico: a la izquierda las tierras nuevas de América, aún no bien definidas, pero llenas de oportunidades.
En España se abrieron en ese momento dos caminos importantes de actividad: Europa, que va consolidando sus reinos y viendo nacer los Estados, y «Las Indias» que son una empresa llena de riesgos y atractivos.
El Atlántico es el mar entre cuyas orilla se establece el comercio, la cultura, los intereses de la sociedad. Los mapamundis, cada vez más precisos representan toda la realidad ya dominada y conocida situando en su centro a ese Océano.
Y así hemos seguido hasta estos momentos. La sociedad de la Información, las Nuevas Tecnologías, la crisis de la vieja Europa, y la globalización hacen que el mapamundi haya cambiado de forma sustancial.
Su nueva imagen sería esta. En él, España, que ocupaba la posición más centrada, está ahora desplazada al extremo occidental, porque la nueva situación se organiza en torno al Océano Pacífico.
Las Américas ocupan la orilla derecha, y la izquierda, los gigantes China e India, y los países emergentes: Malasia, Singapur,…
Esta situación afecta profundamente a nuestra sociedad. Las nuevas generaciones van a tener este nuevo marco para desenvolver su proyectos.
– El futuro no está tanto en la vieja Europa, sino más hacia Occidente, en las Américas
– En ese continente hay economías consolidadas y nuevos países emergentes, que van encontrando su lugar
– En América, el idioma mayoritario es el español, mientras que la segunda lengua más hablada, el inglés, es la lengua universal de los negocios…
Con estos datos se pueden empezar a planificar muchas cosas de interés para las nuevas generaciones y su futuro. Un futuro muy diferente a lo que hemos conocido, pero atractivo por su riesgo y sus posibilidades.