¿Vas a crear una Startup? Asegúrate de que no te falta ninguno de los pasos esenciales:
- Haz un plan de negocios. Tener una idea es una cosa, pero tener un plan comercial legítimo es otra historia.
- Consigue financiación adecuada. Amigos, familiares, fondos de inversión…
- Rodéate de las personas adecuadas. Consigue a tu experto en Marketing, al experto en tecnología… pero, un momento, ¿no se te olvida alguien?
Una startup no deja de ser una Empresa, y como tal está sometida a todas las obligaciones de una. En muchas ocasiones a los fundadores se les olvida que deben cumplir con las obligaciones que marca la ley, entre ellas mantener la Contabilidad de la Empresa.
Esto, que se dice rápido, puede suponer un auténtico infierno para aquellos emprendedores que decidan realizar estas funciones por sí mismos: entra en liza nuestro héroe ignorado: el asesor contable.
Según establece el artículo 25 del Código de Comercio de 1885: “Todo empresario deberá llevar una contabilidad ordenada, adecuada a la actividad de su empresa, que permita un seguimiento cronológico de todas sus operaciones, así como la elaboración periódica de balances e inventarios. Llevará necesariamente, sin perjuicio de lo establecido en las leyes o disposiciones especiales, un libro de inventarios y cuentas anuales y un libro Diario”.
El asesor contable es el profesional que se encarga de la contabilidad de la empresa. Su función es medir y analizar la situación económica de la misma, con el objetivo de mejorar su gestión. Asimismo, proporciona información que ayuda en la resolución de problemas contables y la toma futura de decisiones.
En la práctica, registra, clasifica y organiza las operaciones mercantiles de una sociedad. El objetivo final es conocer el flujo de ingresos y gastos, la entrada y salida de capital.
Puede parecer que la función del asesor contable es puramente burocrática, pero realiza una importante labor que puede equipararse a un seguro contra sanciones de la Administración; y es que, aunque sea con la mejor de las intenciones, un error a la hora de llevar la contabilidad de la Empresa puede acarrear fuertes sanciones.
Muchos emprendedores asumen que la labor del asesor contable es algo que pueden hacer por ellos mismos, y evitar así un coste adicional; pero la contabilidad de las pequeñas empresas puede volverse compleja rápidamente si lo hacen por su cuenta. Si están perdiendo el control de quién le debe dinero y cuánto, un asesor contable puede ayudar a retomar el camino.
También es posible que quiera medir métricas comerciales clave, como la proporción de salarios y otros pagos de empleados a los ingresos totales. Un asesor contable puede ayudar aquí administrando su nómina y produciendo gráficos para que pueda ver cómo cambia la relación con el tiempo.
Además, la Empresa tienen unas obligaciones de papeleo con la Administración; muchos propietarios de pequeñas empresas contratan a un asesor contable cuando hay que presentar la primera declaración de impuestos.
Pero también pueden ayudar a hacer frente a más que solo declaraciones de impuestos. Pueden ayudar a su empresa a interactuar con el gobierno de otras maneras. Un buen asesor contable podrá:
- Completar y presentar los documentos legales y de cumplimiento requeridos para su negocio
- Mantener su empresa actualizada con las últimas leyes fiscales
- Preparar estados de cuentas anuales
- Mantener actualizado el estado de su empresa en el registro de empresas del gobierno
- Mantener registros de directores y otro personal administrativo.
- Organizar y registrar la asignación de acciones , como cuando se forma el negocio, cuando un socio comercial se va o se une un nuevo socio
- Manejar las nóminas y asegurarse de que todos los códigos y pagos de impuestos de todos los empleados se registren correctamente
La carga administrativa de un negocio puede ser abrumadora, y hacer que no podamos dedicar todo el tiempo que necesita a hacer crecer el negocio. Por eso una de las