A muchos la presentación de OS X 10.11 El Capitán supo a muy poco. El sistema operativo para los ordenadores de sobremesa y portátiles de Apple ha ganado en mejoras de eficiencia, rendimiento y en cambios en su gestión de tareas. En Apple dedicaron muy poco tiempo a esta plataforma, y eso que los Mac siguen siendo equipos que se venden muy bien en el mercado.
En muchos casos, de hecho, las características recordaron a las opciones que desde hace algún tiempo ofrece su gran rival, Windows. La gestión de ventanas que permite acoplarlas a una mitad de la pantalla -Snap en Windows- e incluso las opciones de pantalla dividida de iOS 9 que también se ofrecen en tablets con Windows 8/8.1 son de agradecer, pero esperábamos propuestas más ambiciosas por parte de un gigante como Apple. Estas son algunas de las funciones y características en las que el nuevo sistema operativo de Microsoft, Windows 10, va por delante de OS X.
Una idea muy ambiciosa de la convergencia
Aunque el año pasado pudimos conocer las tecnologías Continuity y Handoff que hacían que OS X Yosemite y iOS 8 trabajaran más conjuntamente que nunca, está claro que en Apple van muy por detrás en esa ambición convergente que Microsoft ha demostrado en Windows 10. El nuevo sistema operativo será el mismo para todo tipo de dispositivos, cuando Apple sigue apostando por un enfoque distinto que separa su sistema para ordenadores (OS X), dispositivos móviles (iOS) y relojes (watchOS).
Esa convergencia a la que está dirigida Windows 10 permite que el núcleo del sistema operativo sea común a todo tipo de dispositivos sea cual sea su arquitectura -x86/AMD64 y ARM están contemplados, desde luego-, algo que entre otras cosas impacta a otra área muy importante de la que hablamos a continuación.
Una aplicación para dominarlas a todas (las plataformas)
Los desarrolladores de Apple se encuentran con un ecosistema muy fuerte en cuanto al retorno económico, pero esa ventaja podría verse contrarrestada con la propuesta de Microsoft. Mientras que los desarrolladores que trabajan en dispositivos de Apple tienen que centrarse en una sola plataforma o duplicar y triplicar esfuerzos para llegar a las tres grandes plataformas disponibles, en Windows 10 los desarrolladores solo tendrán que programar la aplicación una vez.
Y es que las nuevas herramientas de desarrollo permiten convertir a esas aplicaciones en soluciones flexibles que se adaptan a los recursos hardware en cada ocasión. Un cliente de Twitter para Windows 10 en móviles tendrá una interfaz perfecta para esa pantalla, pero al conectar el móvil a un monitor, ratón y teclado daremos el salto a una interfaz de escritorio gracias a Continuum. De nuevo, más sobre esto más adelante.
Una tienda de aplicaciones universal
El concepto de tienda de aplicaciones ha sido un éxito arrollador de Apple, que inauguró este sistema en 2008 con el iPhone 3G. La App Store se convirtió en referente tanto en el mundo de los dispositivos móviles como en el del escritorio, pero los resultados en este último campo han sido desiguales, sobre todo para Microsoft.
Eso podría cambiar con Windows 10, que unificará las tiendas de aplicaciones ahora que éstas comenzarán a ser universales. Eso simplificará -como todo lo demás- la búsqueda y distribución de esas herramientas y juegos, pero además centralizará un catálogo que sobre todo podría ganar muchos enteros en dispositivos móviles basados en Windows 10.
Tus aplicaciones de iOS y Android también me valen
Mientras que Apple sigue manteniendo un fuerte control sobre sus distintos ecosistemas, en Microsoft ha apostado por una concepción más abierta. Han comenzado a publicar aplicaciones para otras plataformas móviles -Office para Android e iOS es el caso más claro, y atención porque incluso Cortana llegará a esas plataformas- pero también favorecerán la adaptación de aplicaciones Android e iOS en Windows 10 para móviles.
Fuente: Xataka