En muchas ofertas de tecnoempleo.com puede encontrarse la frase ‘trabajo en Cliente Final‘, combinada con diferentes modalidades de contrato y con los diferentes tipos de Empresas que existen en el sector de la Tecnología.
Para entender bien qué significa ese término, hagamos un repaso a las diferentes Empresas que suelen ofrecer empleo en el sector tecnológico, y los tipos de contrato que suelen ofrecer.
- Contrato directo con una empresa: Hay empresas que tienen los servicios tecnológicos integrados como parte de la organización, bien porque realizan los desarrollos o el mantenimiento y administración de los sistemas internamente o, teniéndolos externalizados, tienen un grupo que se encarga de ciertas tareas críticas o de gestionar a los proveedores externos. En este tipo de Empresa firmarás el contrato con la Empresa con la que vas a trabajar, que será la que te pagará el salario. Serás un trabajador de plantilla con todos los derechos y obligaciones que eso implica.
- Contrato a través de una ETT: Muchas empresas buscan profesionales para un proyecto concreto o por un tiempo determinado, y pueden hacerlo a través de una Empresa de Trabajo Temporal (en Hogarus.com puedes encontrar un buen resumen de todas las características particulares de este tipo de Empresas). En este caso serás empleado de la ETT, aunque puedas realizar tu labor en la sede de la Empresa Cliente. El contrato debe ser obligatoriamente temporal, y existen límites legales al número de contratos que puedes encadenar trabajando para la misma Empresa cliente.
- Contrato a través de una consultora: Muchas empresas requieren de los servicios de Consultoras tecnológicas, que se ocupan no sólo de proveer profesionales sino de gestionar y entregar el proyecto completo. Los profesionales que trabajan para este tipo de Empresas suelen ir cambiando de proyecto según se van entregando. Los proyectos pueden ser de tipos muy diversos, desde funciones completamente externalizadas en las que la relación con la Empresa cliente es escasa hasta proyectos largos y muy integrados en el que el trabajador suele desarrollar sus funciones en la sede de la Empresa Cliente.
Así pues, el término ‘Trabajo en Cliente Final‘ suele indicar que, aunque el contrato estará firmado con una Empresa, desarrollarás tus funciones profesionales para otra Empresa, normalmente en su sede e integrado (dentro de las normas particulares de cada Empresa) con los trabajadores de la misma. Es un término que normalmente aparece en empleos ofrecidos por Consultoras, ETT y en general por Empresas que proveen de servicios de externalización.
Excepto en el caso de las ETT, en el que el contrato debe ser obligatoriamente temporal, en el resto de casos los contratos pueden tomar cualquiera de las formas que permite la legislación laboral:
- Indefinido: Un contrato sin fecha de finalización estipulada.
- Temporal: Un contrato con una fecha definida de finalización.
- Por obra o servicio: Un contrato ligado a la prestación de un servicio o entrega de un proyecto determinado.
- Becas y prácticas: En este caso los términos son menos claros (las prácticas no laborales están reguladas por el Ministerio de Empleo), aunque básicamente implican un componente importante de formación dentro del puesto de trabajo. Pueden ser remuneradas o no remuneradas.