Internet se ha convertido en un compañero imprescindible en nuestras vidas. A día de hoy casi no podemos imaginar pasar varias horas sin estar conectado de uno u otro modo a la red de redes. La conexión a internet es fundamental para comunicarnos, para trabajar, para entretenernos, consumir y para gestiones tan cotidianas como comprobar el estado de nuestras finanzas.
Desde que se iniciara la era de los smartphones y posteriormente los dispositivos móviles, hace ya más de una década, internet y la conexión móvil han pasado a ser un apéndice más de nuestro cuerpo. Los smartphones en la actualidad son como pequeños ordenadores con los que podemos hacer todo tipo de tareas, tanto trabajando como si estamos durante las vacaciones.
Y es ahí donde queremos ir a parar, ¿qué podemos hacer para conectarnos a internet cuando estamos de vacaciones? ¿cómo garantizar una conexión de calidad? Las opciones más habituales son la fibra o el ADSL sin permanencia, la conexión 4G como alternativa al internet fijo o compartir datos mediante la tecnología tethering. La segunda de las opciones, conexión 4G con datos ilimitados, gana cada vez más terreno.
¿Cómo escoger conexión a internet para las vacaciones o la segunda residencia?
La elección de una conexión u otra va a depender, fundamentalmente, del uso que se le vaya a dar a este servicio. De este modo, si las vacaciones son solo temporales, unos pocos días o una semana, quizás baste con disponer de una buena tarifa de datos móviles, porque además podemos beneficiarnos de las redes de WiFi público en muchos espacios como estaciones, restaurantes y cafeterías, áreas turísticas de las ciudades y hoteles, etc.
No obstante, si las vacaciones las pasamos en una segunda residencia y vamos a hacer uso de internet para tareas como consumir plataformas de contenido en streaming o incluso teletrabajar o estar al tanto de lo que sucede en la oficina, la opción de una conexión 4G con consumo ilimitado es una mejor elección.
El internet vacaciones implica ir más allá en este periodo de asueto, de modo que amplía las opciones de sacar partido de esa segunda residencia, si se tiene la fortuna de disponer de ella. Muchas operadoras ofrecen precios muy competitivos para este tipo de conexión y garantizan una velocidad suficiente y un internet de calidad que permite pasar más tiempo en estos espacios.
De este modo, y esto es algo que se ha convertido en una práctica muy común durante el estado de alarma, las segundas residencias han pasado a ser un lugar tan habitable como la residencia de estancia más habitual.
Existe una tercera alternativa, el tethering, que consiste básicamente en compartir la conexión a internet móvil de unos dispositivos a otros. Esto solo es recomendable si se va a hacer un uso no profesional de internet, es decir, navegar por la red, utilizar aplicaciones móviles de bajo consumo, hacer videollamadas o charlar por WhatsApp. Si ya queremos trabajar desde casa, jugar a videojuegos online o ver películas y series, es posible que se agote pronto la cantidad de datos disponibles.
Mejores servicios para áreas más desconectadas
La progresiva digitalización o acceso masivo a internet está sirviendo también para que áreas tradicionalmente desconectadas o con peor calidad en la conexión ya no lo estén. Un ejemplo son las poblaciones rurales, las áreas litorales o aquellas alejadas de los grandes núcleos urbanos.
Si hace un tiempo la conexión y la cobertura en todas estas áreas era más reducida, ahora ya no ocurre eso, porque internet es imprescindible para nuestro día a día, incluso estando de vacaciones.
Las vacaciones son para desconectar, pero se puede conseguir eso sin renunciar a internet, porque esta red nos permite estar actualizados y al tanto de lo que ocurre. Además, hay muchas tareas cotidianas que ya realizamos a través de internet.
Toda esta progresiva digitalización está haciendo que muchas operadoras mejoren sus ofertas de servicios para proveer de internet a las segundas residencias, algo de lo que están sacando partido muchos usuarios, que pueden plantearse alejarse durante tiempos más prolongados de la gran ciudad para realizar trabajo remoto desde ambientes más tranquilos y alejados del bullicio.
La conexión a internet es como una ventana de comunicación con el mundo. Y hasta en vacaciones hay que mantenerla abierta.