Estudiar un Master in Business Administration o MBA encamina a la ocupación de puestos de responsabilidad al alumnado que ya cuenta con un grado y con experiencia profesional. Sucede así, para empezar, porque las escuelas de negocios fijan requisitos exigentes para la admisión, por lo que los alumnos deben pasar un primer proceso de selección duro en el que un equipo de expertos/as en la materia evalua al/la candidato/a. Y esto es una buena carta de presentación en el mercado laboral.
En las escuelas de negocios más reputadas del país, y también del mundo, el porcentaje de alumnado que accede a un puesto de trabajo después de un máster asciende al 90%. Se calcula que los/as profesionales suelen tardar entre cuatro y cinco años en recuperar la inversión y que sus salarios pueden llegar a las seis cifras anuales.
Un MBA ayuda a encontrar trabajo, sí, pero el motivo principal para estudiarlo debería ser la capacitación y la adquisición de habilidades que luego permitan aportar valor real. Las empresas saben que los/as candidatos/as con un MBA están capacitados/as para puestos de liderazgo.
Adaptación al mercado
Un título oficial MBA se adapta a las necesidades detectadas en el mercado. Las empresas, sobre todo las grandes multinacionales y entidades financieras, buscan a personas que puedan encajar en un proyecto de equipo, que sean grandes analistas, puedan tomar decisiones, tengan capacidad de gestión y organización, sean proactivas e innoven.
Las corporaciones cada vez son más conscientes de la necesidad de atraer y retener el talento, y contar con una formación en MBA suele indicar que la persona tiene cinco o seis años de experiencia ocupando puestos técnicos. Además, ha adquirido los conocimientos y habilidades necesarias para ponerse en el camino hacia puestos de responsabilidad, como jefe de proyecto o de área.
Ese es precisamente el perfil de las personas que estudian un máster de estas características: profesionales técnicos con varios años de experiencia en el sector y que quieren potenciar sus competencias directivas. Sabedoras de esto, las empresas utilizan el MBA como un primer filtro.
Hay que tener en cuenta que la competencia es alta, y que la demanda de empleo es bastante mayor que la oferta. Las empresas necesitan descartar candidatos/as y se fijan tanto en la titulación como en la escuela de negocios donde la han alcanzado, buscando los programas de calidad.
Contacto con perfiles del sector
Dada la calidad de algunas de las escuelas de negocios españolas, que tienen programas bastante ambiciosos y figuran entre las mejores de Europa, no hace falta salir al extranjero para formarse en administración de negocios. Lo que sí es importante es fijarse en el programa de formación.
Los docentes de estos programas universitarios suelen ser profesionales expertos en la materia y trabajan en los diferentes sectores en los que imparten clases. Cursar este tipo de máster ofrece una oportunidad de contactar directamente con ellos, resolver dudas y buscar colaboraciones en el futuro.
Los MBA se suelen configurar también en torno al estudio de casos reales para que el alumnado sea plenamente conocedor de las tendencias y novedades empresariales desde una perspectiva directa. De hecho, es habitual que se organicen ciclos de conferencias online y/o presenciales, así como talleres que abren la puerta al networking.
Foros y bolsas de empleo
Un programa de calidad contemplará herramientas para facilitar la inserción y mejora laboral. Por un lado, las prácticas ayudan al alumnado que tenga menos experiencia laboral. Y por el otro, las bolsas de empleo se basan en acuerdos con empresas que darán prioridad a los alumnos de ese máster en sus procesos de selección.
Un máster tan enfocado a la práctica también ofrece orientación laboral para la búsqueda de empleo, mejorar el currículum o preparar al/la aspirante para futuros procesos de selección. Además, fomenta las iniciativas emprendedoras mediante la supervisión del proceso de creación de la empresa, lo que ocurre a cargo de profesorado experto y técnico.
Unos últimos datos para explicar cómo un MBA ayuda a encontrar trabajo: según un estudio de Adecco e Infoempleo, de las empresas que exigen tener un postgrado o máster en Cataluña (que son el 8,4% del total), casi la mitad de ellas (el 47,9%) hacían referencia a un MBA. Algo similar ocurría en Madrid, Castilla-La Mancha y Cantabria, y también, aunque en menor medida, en la Comunidad Valenciana, Aragón, Islas Baleares y Canarias.