Este lunes comienza en Las Vegas la feria CES, una de las más grandes del mundo y donde se presentan desde teléfonos hasta televisiones, pasando por prototipos que en ocasiones tardan años en llegar a nuestras manos.
Cada año, el sector de la tecnología mira a Las Vegas para conocer los próximos lanzamientos en electrónica de consumo.
Una fiesta que, sin embargo, podría estar perdiendo fuelle.
Las habituales filtraciones han identificado a algunos de los lanzamientos estrella: el Ace 900 de Nokia y Microsoft, los ultrabooks de distintos fabricantes, la tableta HD de Acer, nuevos modelos de Nikon y una versión actualizada del cuadricóptero de Parrot.
En la categoría de tecnologías innovadoras, siempre adorada por la prensa, encontramos sistemas que reconocen a dónde miramos para, por ejemplo, controlar un videojuego (con grandes implicaciones en materia de accesibilidad) o avances en materia de domótica, que no tienen tanto que ver con que la casa piense por sí misma, sino con utilizar el móvil como mando a distancia.
Pero este año también es atípico. Además de directivos y periodistas tecnológicos, en los pabellones estará la estrella del reality Jershey Shore Snookie. Y será la última edición inaugurada por una conferencia de Microsoft, que dejará de poner charla y puesto a partir del año que viene.
La despedida de Microsoft ha avivado los comentarios en la industria sobre que una feria masiva, donde se mezcla toda clase de producto y sector, es demasiado abigarrada para ser realmente útil, en especial comparada con eventos más especializados como la feria móvil de Barcelona o el E3 de videojuegos. De una manera o de otra, lo que no dudamos es que la feria CES sigue siendo un espectáculo, al menos por ahora.