Desde el principio de los tiempos la pulsión más importante del hombre estuvo relacionada con su necesidad de comunicarse.
Desde el principio de los tiempos la pulsión más importante del hombre estuvo relacionada con su necesidad de comunicarse. Desde necesidades de distinto rango, pero buscando al otro para entrar en relación.
Y así estamos desde los orígenes, permanentemente aprendiendo, y haciéndolo a través de nuestra relación con los otros y en el entendimiento con ellos.
Los avances que la tecnología nos esta aportando están siendo empujados por la necesidad de la interacción, de la comunicación, del intercambio de conocimientos, de saberes, de afectos..
Es verdad que en ese sentido las web2.0 son más que la tecnología que las soporta el afán de conocimiento que tenemos de los otros, el afán de relación.
Así las redes sociales dan respuesta a esa necesidad de acercamiento y lo consiguen en tanto en cuanto podemos interaccionar con los otros intercambiando contenidos, unidos por un interés en algo común.
Sin un nexo conductor que genere un provecho, sea este de índole empresarial o de otro tipo, las redes sociales se pueden trasformar en un conjunto sin excesiva correlación.
Es necesario por tanto que ese estimulo inicial se corresponda luego con un contenido de intereses compartidos.
Ese interés común, ese enriquecimiento a través de objetivos comunes, esos conocimientos, esa información compartida es lo que realmente les da a las redes sociales el impulso suficiente para ser y para estar y para avanzar.
Por todo esto el web 2.0 es una actitud no una tecnología, y así las redes sociales pueden añadir, y de hecho añaden, valor.
J. Aristegui