Cuando la situación del mercado de trabajo es tan difícil como la actual, es útil aprovechar el tiempo y dedicarse a formación más especializada. Ya somos muchos los que respondemos afirmativamente a esta pregunta. Y, sin embargo, merece una reflexión.
Cuando la situación del mercado de trabajo es tan difícil como la actual, es útil aprovechar el tiempo y dedicarse a formación más especializada.
Lo primero: un máster sirve de poco cuando uno carece de experiencia profesional. Un recién titulado, o quien esté en la etapa final de sus estudios, enriquecerá más su currículo profesional a través de unas prácticas en empresa. Unas prácticas que le lleven a vivir una situación de trabajo real. No importa que la beca sea pequeña o inexistente. La importante es que el aprendizaje se desarrolle en una empresa que te sitúe en posiciones de trabajo y de ampliación de conocimientos.
Desempeñar un puesto de trabajo supone hacerse preguntas. La primera, y a veces muy importante, es ¿para qué me sirve todo lo que he estudiado en estos años de carrera? Muchos piensan que para muy poco, pero…
Cuando estudiamos, en escasas ocasiones nos hemos preguntado ¿cómo se puede resolver este problema o abordar esta situación? Si hubiésemos ido a las aulas a plantear esas preguntas, quizá más de un profesor nos hubiera dado respuestas que nos hubiera interesado contrastar con la práctica. Pero hemos aprendido de memoria demasiadas cosas que no hemos entendido y no sabemos bien cómo se aplican y para qué sirven.
La experiencia práctica de trabajo nos lleva a encontrar sentido a lo estudiado, y a hacernos nuevas preguntas, a las que nos podrá responder un buen jefe o un compañero experimentado. Y nos preparará para abordar con éxito una formación de postgrado. Unas amplias prácticas en empresa son la mejor preparación para un máster. A veces la preparación imprescindible.
Así el máster es rentable por los resultados que produce. Se inicia con muchas preguntas que buscan respuesta. Y un adecuado equipo de profesores va a estar compuesto de profesionales capaces de dar respuestas, y que nos suscitarán nuevas preguntas. En definitiva, un método formativo muy antiguo, el de Sócrates, entre otros; pero demasiado olvidado en nuestro tiempo.
Entonces sí: un profesional con esta cualificación, encuentra empleo con más facilidad; alcanza mayor nivel en la empresa; es mejor valorado y retribuido; y se le ofrecen empleos de más calidad. Así lo confirman las encuestas y estudios.
J. Ariztegui, www.tecnoempleo.com