Redactar nuestro propio currículum no es tarea sencilla. Para ello, no sólo basta con mostrar todo cuanto hemos trabajado y estudiado para duplicar su tamaño. En especial, si nos postulamos para un empleo en el sector tecnológico. Y es que, bajo el lema de que menos es más, aptitudes como el inglés o los conocimientos específicos son nuestra mejor baza.
Más importante que el aspecto, el contenido
Cuando optamos a un nuevo puesto de trabajo, la primera impresión que causamos no es el único elemento importante. En la mayoría de los casos, todo se reduce a un detalle esencial: cómo debe lucir nuestro CV según el sector laboral al que nos postulamos. Y, en ese sentido, no sólo cabe tener en cuenta su diseño; si no, más bien, todo cuanto escogemos mostrar en su contenido. Aunque parezca obvio, la realidad es que son muchos quienes pecan de añadir a su CV todo tipo de datos acerca de su experiencia y estudios. Un tremendo error, dado que un currículum sobrecargado no siempre es buena señal para las empresas. Justamente lo contrario.
Asimismo, y si nuestra intención es la de postularnos a un empleo del sector tecnológico en concreto, habilidades como el manejo de cierto software o el habla inglesa son un gran punto a nuestro favor. Más aún si, mientras configuramos nuestro currículum planeamos perfeccionar todavía más nuestras aptitudes antes de optar al puesto con la finalidad de aumentar nuestras posibilidades. Aprender inglés con italki, por ejemplo, y dado que esta app nos permite hacerlo online y a nuestro ritmo contando además con dedicados profesionales, puede sernos de gran utilidad. Y es que el sector tecnológico exige muchos requisitos, entre los que incluye la comunicación en otros idiomas.
1) Domina tu campo de especialización
La envergadura del sector tecnológico es prácticamente inabarcable. Por ello, es natural que las empresas tiendan a contratar perfiles especializados. Nadie quiere tener que enseñar a un nuevo empleado los conocimientos más básicos de su sector y, por ello, no es extraño que demostrar interés y dominio en ámbitos concretos, relacionados con el puesto al que postulamos, pueda marcar la diferencia entre los demás candidatos.
Tomando como ejemplo el creciente sector del Big Data, no basta con conocimientos generales. En este supuesto, el Big Data ofrece todo tipo de puestos de trabajo que van desde la consultoría y la estrategia hasta el análisis y la ingeniería. Razón por la que es preciso descartar información meramente complementaria de nuestro currículum y centrarnos sobre todo en aquello que exige la empresa en su anuncio o en sí misma.
2) Demuestra tus conocimientos en software específico
La sección de software de la mayoría de currículums se limita a mostrar una habilidad media o a nivel de usuario en programas como Microsoft Word, Excel y poco más. En este caso, hablamos de tecnología. Por lo que será necesario mostrar algo más que el mero dominio del software que seguramente utilizaremos para nuestro trabajo. De nuevo, todo cuanto pueda ahorrar la empresa en formación es bienvenido.
De este modo, resulta de gran utilidad añadir a nuestro CV acreditaciones de cursos centrados en determinados softwares, avalando que nuestro aprendizaje no parte de la simple experiencia como usuarios. Si no que nace de una dedicación especial a los programas que nos exigirá dominar la empresa. De nuevo, tratando de que éstos sean específicamente los que nos permitirán desarrollar nuestro futuro trabajo.
3) No te conformes con un nivel de inglés medio
Como es sabido, el inglés es el idioma más hablado a nivel mundial. Hecho que, junto con un mercado globalizado como lo es el tecnológico, es casi obligatorio que los trabajadores del sector lo entiendan y hablen perfectamente. Esto, tanto si se trata de leer un manual como de comunicarnos con empresas extranjeras. Así que, sin atisbo de duda, debemos acreditar un nivel alto de inglés para cualquiera de sus puestos.
Por fortuna, existen multitud de artículos con consejos para mejorar tu inglés entre los recursos de la mencionada comunidad de italki. Junto con profesores nativos y certificados, incluso particulares para trabajar en aspectos concretos de nuestro nivel, un modo de aprender inglés adaptado a nuestras necesidades y objetivos como, en este caso, postularnos para un trabajo en el sector tecnológico. Antecedente que la empresa tendrá en cuenta.
4) Tu experiencia académica también cuenta
La tecnología es un sector cuya expansión nunca cede. Por ello, y junto a toda nuestra experiencia laboral acumulada, cabe decir que nuestras incursiones tanto prácticas como teóricas son verdaderamente válidas. En ese sentido, exponer en nuestro CV que hemos realizado estudios y publicaciones en medios especializados puede ser una muy buena carta de presentación. Mostrando así que tenemos inquietudes y éxitos.
Con ello, y aunque de nuevo la experiencia profesional sea la que cuente, debemos dar importancia a nuestros proyectos, pertenezcan tanto al sector académico como a otros ámbitos adyacentes. A pesar de que a menudo cueste mostrarlos en el currículum por miedo a parecer arrogantes, no es más que una muestra de nuestro talento y dedicación que la empresa seguramente apreciará.
5) Cuida el diseño de tu CV
Finalmente, siempre debemos recordar que el aspecto de nuestro CV refleja nuestro modo de organizarnos. De este modo, un currículum caótico y sobrecargado poco tendrá que ver con el analítico y preciso mundo de la tecnología. Así que, pese a que las ganas de llenarlo al máximo nos reconcoman, es recomendable redactar lo justo y necesario. Y, si despertamos el interés de la empresa, ya profundizaremos en materia.
Con ello, nunca está de más añadir una carta de presentación personalizada al CV, lo que demostrará que estamos realmente interesados en ese puesto. Asimismo, si podemos disponer de ellas, las cartas de recomendación son buenas aliadas, dado que avalan nuestra profesionalidad en base a la experiencia en trabajos anteriores. Y, por último, dejar claro que un CV en inglés es la guinda del pastel de nuestra empleabilidad.