Por fin has decidido dar el paso, y montar tu Startup. Has tomado la decisión de emprender, elegido la forma jurídica de tu empresa, registrado la Denominación social, obtenido de la Agencia Tributaria (AEAT) tu Número de identificación fiscal, registrado ante Notario la escritura pública de constitución, pagados los correspondientes Impuestos sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados e inscrito la Empresa en el Registro Mercantil Provincial.
Además, has realizado todos los trámites laborales para tus empleados y colaboradores. Ya está todo, ¿no? Pues nos tememos que no, que lo más importante está por hacer. Y eso es conseguir Financiación.
Una de las primeras opciones es tirar de los FFF (Fools, Friends and Family); es decir, pedir dinero a aquellos que te lo prestan por ser tú, no porque tu negocio vaya a ser viable o porque esperen obtener un retorno de la inversión. No todo el mundo tiene un círculo con la capacidad financiera para obtener préstamos de este tipo, además de poder provocar en un momento dado problemas (ya se sabe que lo de mezclar dinero con familia o amigos no suele acabar bien).
La otra opción más inmediata es acudir a los bancos, para solicitar un préstamo; esta vía plantea sus propios problemas. Para empezar, los bancos suelen exigir una serie de garantías para prestar dinero, garantías que pueden ser complicadas de proporcionar desde una Empresa recién creada o sin ningún activo. Podemos optar por un préstamo personal, pero tendremos que garantizar la devolución del crédito con nuestro patrimonio personal. Por no hablar del principal escollo a la financiación bancaria, y es que en el entorno económico actual los bancos son muy reticentes a dar crédito.
Existe una tercer vía para la financiación, que nos puede ayudar tanto en el momento de la constitución de la Empresa como cuando la tengamos ya operativa; es la de agentes como descuentoglobalfinanciero.com
Estas Empresas ofrecen financiación específicamente dirigida a PYMES o autónomos, por lo que pueden ser más receptivos a la hora de financiarnos cuando la Empresa está empezando. Y una vez que empezamos a tener clientes, nos ofrecen una manera de conseguir liquidez (es decir, de tener dinero en la caja para poder afrontar los gastos): el descuento de pagarés y el factoring público.
Estas dos figuras consisten básicamente en adelantar el cobro de las facturas ya emitidas, para poder disponer de ese dinero sin esperar al pago de la factura. Esto es especialmente relevante para las facturas emitidas a la Administración Pública, que suelen demorarse tanto en el pago que han llegado a provocar el cierre de Empresas por falta de liquidez.
Conviene explorar todas las opciones de cara a elegir la mejor financiación para empezar con nuestro negocio, y para evitar que la falta de liquidez lo condene una vez en marcha.